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Mostrando las entradas de diciembre, 2006

LEMBRO-ME BEM DO SEU OLHAR

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Este es un poema de Pessoa, el maestro. Lo encontré en un sitio: tantodemim.blogs.sapo.pt/arquivo/2006_06.html (Para los curiosos) Prometo la versión en español, pronto. L embro-me bem do seu olhar. Ele atravessa ainda a minha alma, Como um risco de fogo na noite. Lembro-me bem do seu olhar. O resto... Sim o resto parece-se apenas com a vida. Ontem, passei nas ruas como qualquer pessoa. Olhei para as montras despreocupadamente. E não encontrei amigos com quem falar. De repente vi que estava triste, mortalmente triste, Tão triste que me pareceu que me seria impossível Viver amanhã, não porque morresse ou me matasse, Mas porque seria impossível viver amanhã e mais nada. Fumo, sonho, recostado na poltrona. Dói-me viver como uma posição incómoda. Deve haver ilhas lá para o sul das coisas Onde sofrer seja uma coisa mais suave, Onde viver custe menos ao pensamento, E onde a gente possa fechar os olhos e adormecer ao sol E acordar sem ter que pensar em responsabilidades sociais Nem no dia do

El Sueño del Caracol

Encontré un pensamiento visible: el blog de June. Ahí tenía un corto muy bueno: "El sueño del caracol", de Iván Sáinz-Pardo. Casualidades, hay cientos de ellas... Por qué no nos enseñaron la verdadera utilidad del miedo? Gracias June.

CORAZONES DE ALCACHOFA

Me gusta ser alcachofa y que tu voz me deshoje Descubres lo que ya sabías y te quedas con mi corazón jugoso lo muerdes y te alimentas pero no lo agotas Te humedezco la garganta y te alimento pero no me extingues Cada tarde me riegas con el mismo relato distinto “de cuando la sangre se puso a correr detrás de la vida” Y es tu gesto lo que remueve mi tierra es tu voz lo que nos siembra en el mundo. DR ©Luza Alvarado

PUERTO MURILLO

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En dos días apenas pude aprehender tu mirada un instante: el de la despedida. Acaso porque no te veré en mucho tiempo, acaso porque el tiempo tuyo y el mío transcurren en trayectorias cenitales distantes, acaso por lo que callamos, esos segundos que me dejaste flotar en la profundidad de tu misterio me bastaron para sospecharte. Ahora te encuentro cambiado, tan aparte de todo. Se te han hundido esos ojos azules como a un ciego. Será porque te niegas a contemplar al mundo en su urbano, lento e irrefrenable diluirse, porque sabes que la gente desgasta las aceras con zapatos raídos y prestados en un tránsito hacia el abismo. Será porque tus ojos se sumergen en el espeso estanque de la búsqueda interior que me parecen tan fríos y tan azules, tan lejanos como los cielos más allá de los cerros. Te confieso que me gustaría viajar sentada en tus párpados a donde fueras, dormir entre el oscuro pliegue de tus ojos y descansar a la sombra de tus cejas. Ahí has construido un muelle donde las nave

UNA TRISTEZA

Tengo una tristeza de cien años estática, larga. Una tristeza experta, contundente, congelada en mi pecho con un frío de cien polonortes. Sólo estamos ella y yo, adentro de mí, sentadas en el sillón, paralizadas esperando quién sabe qué Hasta que suena el teléfono Ella se levanta, pesada, arrastrando los pies y contesta con su voz temblona de cien, de doscientos años, ...que no insista en llamarnos más que no hay nadie que todos huyeron hasta los fantasmas... Y vuelve al sillón sin una lágrima, y me dice que ya pasó, que ahora sólo falto yo y entonces todos los fantasmas, verdaderamente, habrán huido. DR© Luza Alvarado

EBRIA DE LLANTO

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He pasado la noche revuelta, entre las sábanas desnuda de todos ebria de llanto y empapada de frío He pasado la noche pensando en la muerte en la vida que se nos fue, pensando que te dejé solo amándome He pasado la noche lamiendo esta herida que ha sanado con tus manos dulcesy torpes, con tu amor niño, buscando con la mente de la lengua lo que adentro se ha quedado: la ternura de los días difíciles las palabras mansas que ya no caen sobre la piel para aterrizar en tu letargo He buscado mi reacción cuando dijiste que te era necesaria para alejar la locura y entonces me entregué a tu orfandad me convertí en puerto de tus naufragios porque yo era una playa abandonada antes de ti antes de nosotros He pasado la noche preguntándome qué hemos sido: el sueño del forajido el empeño de los hombres solos un helio-tropo que calienta el traje gris de la costumbre Eso fuimos... Y ahora sólo nos queda la lluvia del tedio del desamor la sombra de tu sospecha que persigue mi estridente reacci