Contraindicaciones
Foto: Couture Fashion Hágase la vida miserable, crea en la publicidad. Mire revistas de moda, pero no abuse, con quince minutos diarios es suficiente para hacer de su cuerpo un saco de mudas lamentaciones maquilladas de polvo blanco, justo ahí donde se adivinan el paso del tiempo y el insomnio. Tiña sus ideas de mechones rubio aspiracional número 32. Ande, contribuya con el sistema. No se comporte como feminista gorda peluda y malcogida, no sea una izquierdosa comunista de ideales trasnochados. (Ay, esas sectas que manipulan mentalidades...) Evítese la pena de ser señalada y tenga a bien enfundar su carne en alguna talla inventada por quien le cobra para hacerle sentir la sofisticada crueldad del racismo. Siga por la derecha, no cuestione, calladita se ve más bonita. Y sufra, sufra hasta que sea insoportable. Después, tome su cartera y corra al centro comercial. Nada mejor que aliviar la angustia con una sesión de consumo. Porque usted lo vale. Perdón, lo merece. Sí, usted que sigue