Poeta "joven" con escafandra: no more

Yo me creía poeta joven, pero ya me escuché leyendo y mi sonsonete es un gran somnífero. Lo adopté sin cuestionarlo, como un montón de cosas arcaicas que me quedan apretadas. Asumí que ese tono lastimero, y en sus buenos ratos contestatario, era el "adecuado". Pero no es más que un traje incómodo. No conozco su origen e ignoro si alguien haya esbozado alguna historia al respecto, pero aquí va mi versión.

Había una vez un grupo de poetas a los que les daba pavor prestarle cuerpo al monstruo que habían logrado domesticar en el papel. Cada vez que leían, le volvían a pasar por encima la aplanadora de su voz. Cada lectura servía para eliminar cualquier rastro de vida, hasta que no quedaban más que letras disecadas, grafías listas para colgarse en el suplemento cultural, mariposas prendidas con alfileres para evaluar en la academia, metáforas quietas, imágenes inocuas, poemas leídos en el tono adecuado para no incomodar.
   El estilo vocal fue perfeccionándose, vivió sus años de gloria en la década de 1980 y, con el paso del tiempo, tuvo algunas variaciones, como la sólida escafandra unitalla y el traje gris de poliéster –con grandes hombreras, lustroso de tanta planchada–, incluso experimentó un crossover con el corsé que, viejo y todo, aprieta todavía.

Y sin preguntármelo, entré en el disfraz. Leo fingiendo que dejé el cuerpo en la casa, tan chula, tan domesticada que, en vez de moverme como sábana al sol, desprendo un tufillo a naftalina. Acartonada comme il faut, para no incomodar.

Tenía varios días buscando cómo zafarme de esa letanía cuando escuché a Luciana Villegas. Su voz –furiosa cantarina quebradiza temerosa eufórica carcajeante desvergonzada– está viva y te incomoda y te confronta y te hace temblar, porque su voz es un cuerpo. Gracias a ese regalo de Luciana, encontré el botón para salir expelida de la escafandra.

Ahora me toca aprender a bailar bajo el agua. No sé si lo consiga, pero siempre será mucho más divertido que perfeccionar el tono soporífero.

Comentarios