SE QUE ESTÁS AHÍ

Sé que estás ahí, que nos pensamos
Miro los lugares donde no estás, pero estuvimos
Veo por dónde vas y te siguen estos ojos míos que deciden mirarse para adentro y encontrarte indiferente
Hablo y le pregunto a lo que fuiste cuándo dejé que dejaras de serlo.
Cómo, te pregunto, permitiste alejarnos del deseo de vivirnos encarnados e iracundos por el rápido descenso al abismo de ti mismo,
de yo misma,
de si era o no destino la caída
¿Por qué nunca me tomaste de la mano?
Te siento en el saludo desde lejos, y nos veo tan resecos y conformes.
Mi olvido no recuerda tu nombre, ni tus facciones, ni tus demonios.
Mi memoria te aparece como sombra nuestra,
como un monstruo que vive solo,
solamente en mí, sin que te piense,
porque sé que estás ahí y que me piensas.
DR ©Luza Alvarado
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