CÓMO LOGRÓ SU LIBERTAD LA BICICLETA ABANDONDADA


Superada la primera angustia, la bicicleta decidió no llorar ni hacer escándalos. Ya llegaría un mejor amo con verdaderas dotes de ciclista. Al cabo de unos minutos, pasó un tráiler muy cerca y la hizo tambalearse hasta quedar tumbada entre la hierba crecida. Mirando al cielo se descubrió invisible a los ojos de los humanos. Así pasó el resto de sus días en la más feliz oxidación, coleccionando las innumerables formas de las nubes que rodaban por el cielo, probando con su manubrio la acidez de la lluvia, experimentando en su asiento la fría textura de la nieve, y dejando corroer el hule de sus llantas por los rayos del astro rey.
(Cada quien sus gustos)

DR ©Luza Alvarado

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