ME GUSTA

Me gusta la mirada distraída de las tortugas, el brillo de los chiles amarillos y el aroma del té de cardamomo con leche y miel.

Me gusta cerrar los ojos para que el sol de la mañana me acaricie tibio los párpados, y me gusta el licuado espeso de mango con vainilla, los tatuajes de estrellas de cinco picos en los huesos de la cadera, los aplausos disparejos de los niños al terminar el acto del mago y la voz valiente y aterciopelada de las cantantes negras.

Me gusta el sonido del violonchelo en complicidad con el piano, el serpenteo de la cola del gato, las botas bien boleadas de los guardias en Buckingham, las arrugas en las manos de mi abuela y su olor a perfume maderado.

Me gusta la Caballeria rusticana de Mascagni, el efecto de rotar inverso de los rines, el zapateado del huapango, la michelada a media tarde calurosa, el olor a tierra mojada en el bosque frío, el café express cortado acompañado de un cuadrito de chocolate amargo, el aroma de las lociones cítricas y las cremas frutales porque me las unto y me siento antojable.

Me gusta dejar de lavar los trastes cuando mi hombre se enreda en mi cintura y me besa el cuello y todo lo demás.

Me gusta saber el origen etimológico de las palabras, coleccionar olores de perfumes y playas, el índigo del mar en Córcega, las aceitunas de todos los colores, el gin tonic en cualquier ocasión y las alcachofas con aceite y balsámico.

Me gusta pasear en bicicleta, acelerar y meterme a los charcos, me gusta salir a correr en la playa, me gustan los zapatos pequeños y redondos, el sonido de las llaves cuando son engullidas por la cerradura, el tabaco aromatizado a vanilla, el latido de los tambores afroantillanos, el acento sureño de los habitantes del Mississipi y las maletas con rueditas.

Me gusta la suavidad de las sábanas cuando duermo desnuda, caminar por la calle al ritmo de samba, probarme vestidos caros, acariciar la cara de mi hombre al despertar, descansar en su abrazo, reír con su risa…

Me gusta el aroma del maíz tierno recién cocido sobre el comal, las tenazas de la mantis religiosa, la voz edulcorada de las azafatas, la mirada de una niña cuando ve un perro y la de un perro cuando te reconoce, me gustan los cuadernos con pasta de cuero, las bolsas con muchos compartimentos y cierres, las lámparas art nouveau y los conventos que huelen a humedad.

Me gusta bailar a todas horas de todas formas, y bailar descalza o con zapatos o en una fiesta, sola y desnuda o acompañada o en el pasillo del salón o en la silla mientras escribo, me gusta el sonido del río, el tintineo de las luciérnagas en el pasto, las miradas de complicidad entre amigos, y los colores chillantes de los insectos de la selva…

Me gustan los hombres talentosos y peludos, las sillas grandes de madera, el reflejo de la luz a través de una copa de vino, las cajas pequeñas y medianas de cartón o de lata, me gusta la comida tailandesa, el vals bien bailado y las palabras en castellano que suenan árabes.

Me gusta descubrir una y otra vez el milagro de la música surgida de pedazos de madera, cuerdas y metales pulidos, me gusta soñar y recordar mis sueños, me gusta tomar fotos de la gente cuando no se da cuenta, espiar a los amantes que se besan furtivamente en el asiento trasero del autobús o en las esquinas oscuras, pintarme los ojos con brillitos y la boca muy roja.

Me gusta el olor de los aviones, la cadencia de la bosanova, el aleteo del colibrí, las fogatas en el bosque, los pueblos coloridos de calles empedradas y las manos prolijas y rasposas de los artesanos. Me gusta el espíritu inquieto de los niños en las reuniones de adultos, las cobijas pesadas que huelen a suavizante, el juego de la seducción y las confesiones de los desconocidos.

Me gusta la mermelada de higo, el pan con queso, las medias negras con costura trasera, la altura de las ceibas y el vaivén de sus habitantes, los cuadros de Chagal, la música hecha y cantada por mujeres, los deditos de los pies de un bebé que parecen chicharitos, y las noches de lluvia y sexo.

Me gusta contestar que me llamo Luza y que luego pregunten si es de origen sueco o ruso.

DR © Luza Alvarado

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