EBRIA DE LLANTO


He pasado la noche revuelta,
entre las sábanas
desnuda de todos
ebria de llanto y empapada de frío

He pasado la noche pensando en la muerte
en la vida que se nos fue,
pensando que te dejé solo
amándome

He pasado la noche lamiendo esta herida
que ha sanado con tus manos dulcesy torpes,
con tu amor niño,
buscando con la mente de la lengua
lo que adentro se ha quedado:
la ternura de los días difíciles
las palabras mansas que ya no caen sobre la piel
para aterrizar en tu letargo
He buscado mi reacción cuando dijiste
que te era necesaria para alejar la locura
y entonces me entregué a tu orfandad
me convertí en puerto de tus naufragios
porque yo era una playa abandonada antes de ti
antes de nosotros

He pasado la noche preguntándome qué hemos sido:
el sueño del forajido
el empeño de los hombres solos
un helio-tropo que calienta el traje gris de la costumbre
Eso fuimos...
Y ahora sólo nos queda la lluvia del tedio
del desamor
la sombra de tu sospecha que persigue
mi estridente reacción ante lo nuevo

Ya no sabemos qué hacer con el silencio
Nada de preguntas
Nada de futuros
Se nos ha escapado hasta la esperanza de criar un niño
o un perro
Estamos perdidos,
yo en mis senderos irreales
tú en tus callejones

Ya no podemos mirarnos como antes
con los ojos limpios
con la claridad de los amantes
cimbrados por la pureza de un gesto sencillo

He pasado la noche escuchando
oliendo los rincones de una idea
observándola
Todo está minado por el rumor de la separación
por el fétido aroma de lo finito
por la visión de una cama que dejará de ser nuestra
por la visión del té para uno
de la acera para uno
de la casa para uno
de la vida en porciones individuales
del espera a alguien más?
No, sólo soy yo

Sólo soy yo y mi impaciencia
y mi obsesión por la limpieza
que no tiene sentido si no la ensucias
Sólo soy yo y mis pesadillas
que pierden su angustia si,
en las noches como ésta,
no despiertas para contenerme

Soy sólo yo
en las noches como ésta que,
revuelta entre las sábanas de un hotel sin nombre,
me deshago buscando la respuesta a los enigmas del deseo
la distancia
y el olvido

¡Cuánto preciso de una barca luminosa,
un viaje que nos dé motivos para pensar que el amor es una espada,
un bálsamo contra los demonios!

¡Cuánto preciso el olvido
para encontrarte, ya sin dudas,
en el círculo de mis piernas atadas a tu cintura
para mirarme en el pozo de tu calma después de saciar tus ganas de mí
después de entregarnos hasta el último átomo

He pasado la noche encerrada
y la mañana promete una sola ventana:
la vida solos

Vendrá la mañana en medio de la resaca de llanto
Me duele hasta el cuerpo de tanto buscar
y no hallarte un lugar en mi vida.


DR© Luza Alvarado

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