SONAMBULA

Con el pretexto de asegurarme que el portón está bien cerrado o que no hay ningún extraño escondido tras la puerta del baño, me levanto a la una y quince de la mañana a rondar entre las palabras. Pero los extraños y los portones mal cerrados están en mi cabeza. Son sus ruidos sinápticos los que no me dejan dormir. Siempre es lo mismo cuando trato de deshacer los nudos del pasado, cuando trato de reinventar el presente a partir del presente mismo: el cuerpo. Es ahí donde sucede lo que verdaderamente importa, lo entrañable. El drama del mundo está encarnado en el cuerpo.





foto: cindy light, for spankdance


SONAMBULA
DRAMA EN UN ACTO

SATURNO Y LEONOR ESTÁN SENTADOS EN LA ORILLA DE LA CAMA, DESCALZOS. A UN LADO SE ENCUENTRAN LOS ZAPATOS DE AMBOS.
SE DAN UN ABRAZO LARGO, LUEGO SE SEPARAN.
EL ESCENARIO QUEDA EN PENUMBRA, CENITAL SOBRE LEONOR.

LEONOR: Somos dos deseos impostergables en sentido contrario. La muralla que levanté en nombre del olvido se ha diluído.

SE ILUMINA LA ESCENA. CAEN LOS TELONES, EXPOSICIÓN A BRAZOS CAÍDOS.

LEONOR: Ni todo tu deseo puede borrar el dolor.

SATURNO: Quedamos en que no hablaríamos del pasado.

LEONOR: Está bien.

SATURNO: Abrázame.

LEONOR: Ya no puedo. ¿Crees que tu deseo puede reinventarnos?

SATURNO: Es suficiente para empezar.


ESCENARIO A OSCURAS, CENITAL SOBRE LEONOR.

LEONOR: ¿Qué me pasa? Antes me bastaba con su deseo para creer que esto tenía sentido. ¿Acaso vivo el exilio de los sonámbulos, vagabunda en mi cuerpo?

SE ILUMNA LA ESCENA

LEONOR: Quisiera entregarme como antes.

SATURNO: Eso ya no existe.

LEONOR: Entonces no sé cómo hacerlo.

SATURNO: Quédate conmigo.

LEONOR: No puedo, he perdido la fe.

LEONOR SE PONE LOS ZAPATOS Y SALE
SATURNO QUEDA AL BORDE DE LA CAMA
OSCURO

FIN DEL DRAMA

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