UNA CITA CON AMJAD













Hoy tuve una cita con la danza. Cuando salí de nuestro encuentro todo me pareció insulso, qué ciudad tan rara, tan desafinada. Volví a casa y traté de recuperarme de la conmoción. Me di un shot de poesía. Elegí al azar: Antonio Mendoza me abrió Tiempo Despacio. Busqué resonancia y la encontré. He aquí la cita, la segunda:


(...)
Entonces abro las puertas de la rara ciudad
para echarme de menos y duermo
En el insomnio mi cuerpo se acostumbra
a los vitrales del cielo
una lluvia de pétalos deshace su corona
y en la luz se disuelven rotos los días:
la vida no termina de infestar a mi pecho.


Fragmento de La Rara Ciudad
Tiempo Despacio, de Antonio Mendoza
Editorial Aldus, 1993

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