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Esta es la entrada número cien. Si fueran años, con este post cambiaría de siglo. Joyeux nouveau siécle, Monsieur Blog.

Quiero contar una historia y es muy corta. La escribí hace años, aunque en realidad es de hace muchos siglos. Creo que estaba guardada en uno de mis baúles genéticos, esos que están llenos de arquetipos polvosos pero muy útiles para estos días de celebraciones privadas, rituales íntimos, pequeñitos, shshsh....



BAILE

La historia se trata del sol, la bola que quema y huye.
Y de una niña negra, morada de sol, que no sabe hablar, sólo baila.
En la noche sueña que sueña y viaja.
Despierta en la frontera, cruza y se mete al sol.

Ahora la historia se trata de la luna, la bola de nieve, y de la niña que baila para no congelarse.

Es una historia triste porque es mía, porque no soy negra sino amarilla, porque ya no sueño ni viajo en un sueño... porque ahora bailo con las palabras para no congelarme.

Comentarios

Jesús dijo…
J'aime bien ton histoire. Continue à danser avec les mots et les paroles
Deseo tu felicidad por el blog y el arranque para otras 100 o mil entradas más. Soy un cauto y escondido lector de tu métrica y tu prosa.

Segurié siéndolo, pa' qué negarlo.
Un saludo desde tierras bajas.
Conpermiso... ¿o sin?
Anónimo dijo…
un baile asesino de caderas agitadas, duerme tranquilo con tu boca junto a mi cara.


una especie de copla para festejar el primero siglo de Don Blog.

te amouuuuuuuuuuuuuuuuu lucecita de navidatttt


no se te olvide el sábado eeeeeh al rato de mando detalles.
Ceteris Paribus dijo…
Congrats, darling.
Con cien, quinientos, tres o catorce posts yo siempre seré tu fan.
Keep on dancing and I'll keep on loving ya!
Rino Bod dijo…
Felicidades por un número redondo. Algunos no bailamos con las palabras, pero igual nos da frío.