OFICIO DE PESCADOR


Para Gabriel Morales

I

Tendido sobre cubierta la soledad se te viene encima
Podrías ahogarte ahora mismo si el mundo no fuera concreto
Cierras los ojos para entregarte al oleaje de tu sangre
al arbitrio de tu memoria
Esta noche no morirás
Tendrás que remontarla solo
Izar las velas
o quemar la promesa que te hiciste

Hundes tu voz en la almohada
Una tregua de silencio
No encuentras Su sombra en la funda
Te duele el aire donde no está Ella

II

El mar escampa
Casi tocas la arena tibia del sueño con la punta del pie
cuando un sobresalto te vuelca sobre su nombre
Dos sílabas
Una te eleva, otra te vence
Te aferras al sonido como un anzuelo
Su locura atraviesa tu lengua
Esa mujer, piensas, pavorosamente agua…
Vivirla lejos se conjuga con el verbo miedo al mar
¿Y si no vuelve…

Te vuelves
Abres los brazos empapado en derrotas
(A lo lejos una sirena desquiciada busca un hombre caído en la tormenta)
Los hombres, piensas,
sólo sabemos que existen dos tiempos
antes y después del amor
Antes somos miedo
miedo a perdernos mar adentro
sin saber si adentro significa mirada interminable
o bramido que llama desde el origen de la especie
Durante la tormenta algo muere
y después…
después uno es un hombre solo
pescador sin red, equilibrista del océano
Es difícil el oficio de pescador
pero es insoportable desde la playa
Nadie puede contener al mar
¿Y si regresa…

III

Su imagen rompe en cubierta
En cada gota miras la misma pregunta
¿De dónde el fracaso?

Despiertas anegado
Sólo soy un hombre, piensas,
me encomendaría a la Cruz del Sur si fuese un marino
Su oleaje es terrible como un dios
y yo no sé rezar

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