Alguien que pueda quedarse, diálogo I
Foto ©Siempre en Compañía
M: Caprichosa. Volcánica y demasiado...
L: ...demandante? Qué novedad.
M: El mundo no tiene por qué ajustarse a tu idea.
L: ¿El mundo o tú?
M: (...)
L: Me conformaría con ser un misterio para alguien.
M: Un misterio es incontrolable, inasible, hay demasiados riesgos detrás del cortinaje y yo...
L: No tienes que defenderte, no estoy hablando de ti sino de alguien que pueda quedarse.
M: Ya lo sabes, no estoy listo.
L: ¿Y por qué no te has ido?
M: (...)
L: Te gusta esto.
M: (...)
L: Pensé que yo era la ingenua. ¿Acaso esperabas que no te pidiera nada?
M: Quizás.
L: (Se mira al espejo) Ya es tarde.
M: ¿Vas a echarme?
L: No tienes que defenderte, no estoy hablando de ti sino de alguien que pueda quedarse.
M: Ya lo sabes, no estoy listo.
L: ¿Y por qué no te has ido?
M: (...)
L: Te gusta esto.
M: (...)
L: Pensé que yo era la ingenua. ¿Acaso esperabas que no te pidiera nada?
M: Quizás.
L: (Se mira al espejo) Ya es tarde.
M: ¿Vas a echarme?
L: Voy a cerrar la boca y los ojos para que te marches limpio de todo reproche.
(L se cierra. M se aleja, azotando la puerta tras de sí.)
L: (susurra) No pienso perderme lo mejor de la vida.
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