Extrañas motivaciones

No sé si lo logro, pero intento despejar telarañas propias y ajenas a través de ciertas reflexiones. Cuando encuentro supuestos lectores hombres que dejan comentarios furiosos (léase urraca asquerosa, mujer descarnada, manipuladora, prejuiciosa, calculadora, banal, etcétera), me siento motivada. Tal vez apreté algún botón en ellos, y con eso me basta, por ahora. Si no es eso, entonces tengo que seguir preparándome.
Comentarios
Me encantó leerte.
Un abrazo,
L,