Ven cuando quieras
Vino la Pizarnik a visitarme. Tomamos té, salimos a dar una vuelta, elegimos unos fragmentos suyos para habitar la casa. Me dejó el vestido que le regalaron, ese que nunca quiso ponerse. Ella está bien -me lo dijo en secreto. Y yo me puse contenta. Ven cuando quieras, le respondí, aquí es un lugar seguro para cantar.

Debajo de mi vestido ardía un campo con flores alegres
como los niños de la medianoche.
El soplo de la luz en mis huesos cuando escribo la palabra
tierra. Palabra o presencia seguida por animales perfumados;
triste como sí misma, hermosa como el suicidio; y que me
sobrevuela como una dinastía de soles
Mañana
me vestirán con cenizas al alba,
me llenarán la boca de flores.
Aprenderé a dormir
en la memoria de un muro,
en la respiración de un animal que sueña.
Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde
Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.
y qué es lo que vas a decir
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas a hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué
tengo miedo
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios
Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios
Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo
ella se desnuda en el paraíso
de su memoria
ella desconoce el feroz destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe
de su memoria
ella desconoce el feroz destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe
Fotos: Luza Alvarado / Textos de Alejandra Pizarnik
Comentarios
comparto uno...explicar con palabras de este mundo que partió de mi un barco llevándome...